Lo radical y el CIS
El CIS acaba de publicar una encuesta sobre la tendencia política de la población española.
En primer lugar, el 18% se declara socialista. En segundo lugar, empatados al 13%, liberales y conservadores. En tercer lugar, con un 6%, socialdemócratas y apolíticos. En cuarto lugar, con un 4%, ecologistas y democristianos. Y en quinto lugar, con un 3%, nacionalistas.
Lo primero que llama la atención es que el 18% se declare socialista en frente de un 6% que lo hace socialdemócrata. Es posible, en el mejor de los casos, que aquí "socialista" venga a determinar el partido al que se vota, y no una ideología que rozaría el comunismo en contraposición a la socialdemócrata. Pero en los últimos años nos hemos acostumbrado al peor de los casos y no cabe descartar esta segunda hipótesis.
Lo segundo que llama la atención es que la acepción política "radical" no aparece en la encuesta. De los rasgos con los que en otro texto definí "lo popular", que tampoco se explicita en la encuesta, aparecen lo liberal-conservador, o liberal moderado, y lo democristiano, que suman en total cerca de un 30%. Lo que yo califiqué como "reformista" podría equivaler aquí a lo liberal, pero lo radical con que finalmente caractericé a lo popular no aparece en ningún caso, salvo que tomemos como radicales a los que se declaran como "apolíticos" o incluso a una parte de los ecologistas. En total, según mi definición, lo popular podría sumar cerca de un 40%, quedando en el otro campo los socialistas, los socialdemócratas, los nacionalistas y una parte de los ecologistas, que sumarían, contando todos los ecologistas, como en el anterior caso, un 30%.
Pero "lo socialista" de este 30%, sumados los ecologistas, se podría dividir más bien en un 18% de socialdemócratas y un 6% de liberales progresistas, si no es que dentro de los liberales del 13% habría algunos que se sumarían a este 6%. Esto sería en un contexto normal, repito, que no es el caso ni tan solo en la hipótesis de que el 18% fuera socialdemócrata y el 6% socialista, no digamos cuando los porcentajes son del 18% socialista y del 6% socialdemócrata, al que entonces no le valdría siquiera la etiqueta de liberal progresista.
La diferencia entre lo popular y lo socialista, en un contexto normal, no rondaría el 10% si no más bien un variable 5%.
Lo que pasa es que, en efecto, da la impresión de que el 18% socialista no es solo socialista porque vota socialista, sino que lo es ideológicamente. Entonces es perfectamente asumible que en este contexto lo popular pueda sumar hasta el 40%, dado que todo el 13% de liberales, el 6% de apolíticos, más algún ecologista se añadirían a los conservadores, o moderados, y democristianos.
Pero sigue en pie como un interrogante la acepción "apolítica": quizá libertarios, quizá radicales, quizá reformistas, quizá centristas, quizá "abstencionistas conscientes", los cuales siempre apoyan por pasiva, estos últimos, al eventual vencedor. El caso es que, además, los apolíticos y ecologistas en España en los últimos treinta años han sido más bien siempre socialdemócratas, por aquello del achique de espacio socialista, y por tanto "socialdemócrata" sería una acepción que entonces sumaría un 16%, revirtiendo la diferencia de 10 puntos entre izquierda y derecha.
La encuesta muestra, a mi modo de ver, una cierta madurez política de la población española, pero una madurez bien frágil. Por supuesto, el 3% nacionalista es mucho mayor en su territorio respectivo, y la suma del 10% de apolíticos y ecologistas, acepciones semi-políticas, es demasiado alta.
Pero lo más terrible sigue siendo este 18% socialista. Casi una quinta parte. La tendencia mayor. El problema, vuelvo a repetir, es que en este 18% se confunde lo meramente partidario con una ideología premoderna. Así el problema mayor de España va a ser durante el curso que viene si los militantes del Psoe van a estar contentos o no, cuando todos los españoles, la luz al final del túnel, no la vemos más que muy lejanamente.
3 comentarios
procopio -
Stuart Mill, Nietzsche, Castoriadis.
el primero es más bien liberal-demócrata. el único partido liberal-demócrata con representación en españa fue en los años 30 y formaba parte del gobierno radical-cedista (derecha).
Nietzsche es inclaisifcable, pero el socialismo nietezcheano no pasó de los años 30, precisamente cuando la socialdemocracia se asienta. era demasiado individualista, casi liberal, para la socialdemocracia. o mejor, libertario (que es por donde empecé).
finalmente, Castoriadis estuvo con los Verdes, pero lo importante es que había tumbado a Marx y a la Urss. entonces, ya estaba viejo. su gran faceta es la filosófica. que es lo que más me interesaba, como de Nietzsche.
podría decirse que de libertario en la escuela-instituto pasé a liberal-demócrata en la universidad y acabé en el radicalismo, listo para pasarme al liberal conservadurismo radical.
procopio -
estás obsesionado con la autosatisfacción. si con esto te quieres referir al hecho de que soy célibe, solitario y soltero, y me la pelo de vez en cuando, pues no sé qué quieres que te diga. no voy a dejar de hacerlo, aunque sea por una simple cuestión de higiene y de economía. ya soy mayorcito y sé bastante más que la media sobre cuestiones de economía e higiene.
lo demás es asunto absolutamente mío. de momento no hay otro erizo -eriza- a la vista y desde luego no sería alguien como tú.
podrías reflexionar sobre el tema del post. lo radical. acabo de descubrir por fin que "lo radical" puede ser insertado no ya en el discurso histórico y teórico de la derecha española, sino en el discurso concreto del PP de Aznar de finales de los 80, cuando este hace referencia en uno de sus discursos, no me acuerdo ahora de cuál, de aquellos "centristas que quieren rebasar al Psoe por la izquierda". esto lo hace el sr. Aznar reconviniendo, pero entonces era difícil darse cuenta de que esto es justamente "lo radical", aquello que González representó engañosamente -como era deducible de la traición de Martínez Barrios a Lerroux en la República, pero entonces esto no lo sabíamos, igual que tampoco se trataba exactamente de rebasar "por la izquierda"-, y que es más bien patrimonio de lo que representaba también la UCD de Suárez, como ya llevo diciendo hace tiempo en este blog.
entonces, el radicalismo no sería hoy más que un transversalimo derechista (algunos a esto lo llamábamos alguna vez "izquierdismo"), un transversalismo común a la derecha moderada, liberal, democristiana y centrista. un transversalismo caracterizado como tal radicalismo, en fin, específicamente por lo libertario y de algún modo por lo reformista (de algún modo lo que ahora es el Tea Party en USA, pero teniendo en cuenta que esto son etiquetas fijas que no dan cuenta de los trasvases, caracteres entrecruzados, concomitancias intergeneracionales, etc., que se dan entre estas etiquetas: valga el ejemplo de que Sarah Palin fuera designada precisamente por un republicano muy moderado y centrista como McCain).
en fin, si a usted le gusta seguir este blog, pues, nada, encantado.
mussol -