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procopio: café filosófico

La temporada empieza en noviembre

Cuando el frío de noviembre empieza a hacer su aparición, Ismael cogía las maletas y se embarcaba en cualquier barco a correr aventuras por el mundo. Así se hizo a la mar en el Pequod en busca de la ballena blanca llamada Moby Dick, y pudo regresar para contarlo.

Mucho más modesto, yo, cuando se acaba octubre y empieza noviembre, celebro el inicio de la temporada de la NBA. No conozco mejor modo de calentarme durante el otoño y el invierno, y es tan expansivo su efecto que alcanzará el calor de la primavera.

Sí, ya sé que se están disputando las Series Mundiales de Béisbol (este año entre San Francisco Giants y Kansas City Royals), que la LFP ya lleva dos meses disputándose y que, como este año, el Clásico puede celebrarse un 25 de octubre; sí, ya han empezado la ACB y la Euroliga, todo eso ya lo sé, pero para mí hasta que no empieza la NBA no empieza de verdad la temporada. Soy profesor y empiezo siempre el 1 de septiembre, pero el curso realmente no se inicia hasta que empieza la NBA.

El curso baloncestístico 2014-2015 en las Américas se presenta divertido y apasionante. Como no soy un experto no voy a hacer una lista de mis candidatos a clasificarse para Playoffs por conferencias, y menos por divisiones. Tampoco apostaría por quién va a llevarse finalmente el anillo, o quién va a ser el entrenador del año o el mejor defensor de la liga. De quintetos mejor ni hablamos. Lo que sí puedo hacer es una reflexión somera y casi a vuelapluma sobre los equipos de cada conferencia, registrando sus aspiraciones, sus posibilidades, sus novedades.

Empecemos por la Conferencia Este. Lo más llamativo ha sido sin duda la vuelta a Cleveland de Lebron James. Los Cavaliers han formado un equipazo, juntando a King James, Kevin Love (26 puntos y 12 rebotes de media el curso pasado) y Kyrie Irving, elegido recientemente MVP del Mundobasket celebrado en España. Son candidatos al anillo, pero primero tendrán que demostrar que son un equipo fiable, y para eso tienen como Head Coach a David Blatt, cuyo currículum incluye un Oro europeo con Rusia y la última Euroliga con Maccabi de Tel Aviv. Me gusta Blatt y si la presión del circo NBA no puede con él, apuesto por que Cleveland Cavaliers va a estar arriba. Mínimo final de conferencia.

El otro gallito de la Conferencia Este es Chicago Bulls. Aquí no hay un coming home, como el de James, sino una Roserrection, es decir, la vuelta de Derrick Rose, MVP de la liga regular hace unas temporadas, a las canchas de baloncesto. Además los Bulls han fichado al español Pau Gasol, y tienen al último mejor defensor de la liga, y dos rookies importantes, como McDermott y Mirotic. Tim Thibodeau es el entrenador jefe, un especialista defensivo que debe lograr una buena ofensiva que pasará por las manos de Rose y de Gasol. Si las lesiones les respetan, como se suele decir, aspiran igualmente a final de conferencia y quién sabe si al anillo.

Luego hay un grupo de buenos equipos que en playoffs pueden dar una sorpresa, como Washington Wizards, dirigidos por el buen base John Wall. El año pasado eliminaron a los Bulls con el factor cancha en contra y plantaron cara a Indiana Pacers, finalista de conferencia. Precisamente los Pacers no parece que este año puedan repetir las dos últimas finales de conferencia, ya que su alero estrella, Paul George, cayó lesioando mientras se preparaba con el USA Team para el Mundobasket de España. Han dicho que esperan a George para jugar playoffs, pero está por ver que se clasifiquen para la postemporada. Lo mismo podría decirse de Miami Heat, aupados a la historia tras The Decision de Lebron James, y ahora sin el Rey, y aunque hayan fichado a Luol Deng, pueden tener dificultades para meterse en playoffs. Veremos. Esto abriría el abanico de opciones a buenos equipos menores como Charlotte Hornets, que el año pasado cayeron 4-0 en primera ronda, y Atlanta Hawks. No son equipos por los que yo sienta especial simpatía. Los Hawks son un equipo histórico, el viejo equipo de Dominique Wilkins, retador en el concurso de mates del mismísimo Michael Jordan. Están entrenados por Budenholzer, de la escuela de Popovich, lo cual debería ser una garantía.

Hay más equipos en el Este. Por ejemplo Detroit Pistons. Los Pistons sí son de mis equipos favoritos. Espero que se clasifiquen para playoffs después de unas temporadas bastante malas. Han fichado a Stan Van Gundy, un buen entrenador. Después están los Knicks de Nueva York, dirigidos en los despachos por Phil Jackson y por Dererk Fisher en la pista. Han fichado al base español José Manuel Calderon y van a intentar implantar el triángulo ofensivo. Tienen una superestrella como Carmelo Anthony, un superanotador al que vi hacer añicos a la seleccion española en un amistoso celebrado una plácida noche de julio en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Pero les costará. Espero que no se queden a una victoria de meterse en playoffs y que Manhattan vuelva a disfrutar de la postemporada. Al otro lado del río está Brooklyn Nets, que el año pasado jugaron playoffs tras un mal inicio de curso. Han perdido al mítico Paul Pierce, The Truth, que ha recalado en los Wizards. Quizá eso les pueda pesar. El año pasado se enfrentaron en primera ronda con Toronto Raptors, que este año aspira precisamente a superar aquella primera ronda. 

Por lo demás, el Este está en reconstrucción, después de la pésima calidad que mostraron en general sus equipos el curso pasado. Para dicha reconstrucción qué mejor que contar con uno de los claros aspirantes a mejor novato del año, como es Jabari Parker, alero que jugará muchos minutos para Milwaukee Bucks, el viejo equipo de Big O y Abdul-Jabbar. Entrenados por Jason Kidd, aspiran a hacer equipo y poco más. Son una promesa de futuro. Orlando Magic, Boston Celtics, etcétera, etsán en la misma línea de salida, aunque sin jugadores novatos de tanto relumbrón. Veremos a ver lo que pasa.

Pasemos a la Conferencia Oeste, el salvaje y sangriento Oeste. El candidato número 1 para llevarse el título de campeón de la conferencia y de paso para ganar el anillo sigue siendo San Antonio Spurs. Un año más viejos, Tim Duncan, Manu Ginobili y Tony Parker, pero también un año más expertos. Cuentan con el último MVP de las Finales, el escolta Kawhi Leonard, y además tienen algún rookie prometedor. Todo eso dirigido en los banquillos por el mejor entrenador de la NBA, Gregg Popovich, que no hace jugar más de 30 minutos a sus jugadores en temporada regular. El año pasado lograron un récord de 62 victorias y 20 derrotas, asegurando el factor cancha para todas las eliminatorias de postemporada. Veremos si este año repiten la gesta, pero el base francés Tony Parker ya ha declarado que van a por ello.

El otro gallito en el Oeste debería salir de entre dos equipos, a mi modo de ver, que son Oklahoma City Thunder y Los Angeles Clippers. Los Thunder han perdido hasta diciembre por lesión al último MVP de la temporada regular, Kevin Durant, y eso lo pueden notar en número de partidos perdidos a final de temporada y por tanto en la pérdida del factor cancha, muy a pesar del excelente juego de su base estrella Russell Westbrook, un auténtico ciclón en los pasados playoffs. Por todo eso, los Clippers deberían aprovechar la circunstancia y conseguir el factor cancha a su favor, no sufrir en primera ronda (el año pasado Golden State Warrios los llevó al séptimo partido sin su pivot titular) y alcanzar cuanto menos la final de conferencia. Por la cabeza del gran base angelino Chris Paul pasan muchas de esta opciones, porque nivel tienen, empezando por el formidable Blake Griffin. Los Angeles Clippers quieren enamorar y convertirse en el equipo de América. Veremos qué medios ponen para ello y si lo logran. Tienen como Head Coach a Doc Rivers, que fue campeón con los Celtics en 2008.

Luego viene un grupo de verdaderos equipazos que no podrán jugar las finales porque por delante tienen a los equipos ya analizados. Me refiero a Golden State Warriors, a Memphis Grizzlies, que llevaron al Game 7 el año pasado a Oklahoma City Thunder, y a Dallas Mavericks, que el año pasado fueron el único equipo en forzarle un séptimo partido a los posteriormente campeones Spurs. Ojo con los Mavericks, tienen al genial alemán Nowitzki, pero han perdido capacidad de dirección con la salida de Calderón. Y de los Grizzlies, qué decir, equipo defensivo que da gusto ver, solo cayeron 4-3 en primera ronda ante unos esplendorosos Kevin Durant y Russell Westbrook, y eso que el último partido no lo jugó su pivot titular Zach Randolph por una sanción asaz polémica.

Es lo que tiene el ancho Oeste. Un equipo como Portland Trail Blazers, que el año pasado dio signos de patética impotencia ante San Antonio Spurs en semifinales de conferencia, había eliminado en primera ronda a los poderosos Houston Rockets de Harden y Howard. Es posible que este año ambos equipos se vuelvan a ver las caras. Harden viene con la medalla de oro en el Mundobasket en el pecho, lo cual debería darle consistencia a su juego, por aquello de la madurez. Howard sigue siendo el pivot número 1 de la NBA, o eso dicen.

El año pasado Phoenix Suns se convirtió en el equipo que con mejor record no logró meterse en playoffs en toda la historia de la NBA. Este año, con el esloveno Dragic a la cabeza, intentarán no fallar en los momentos decisivos y meterse en esos playoffs. Para eso se han reforzado con más talento. Hay otros equipos en el Oeste que esta temporada van a luchar hasta el final. Por ejemplo New Orleans Pelicans, donde juega Anthony Davis, también reciente campeón mundial de baloncesto con el USA Team. Es un buen jugador, aunque le falta aun un poco de fuerza bajo los aros. Y otros que siempre han estado por la pelea son Denver Nuggets.

Luego vienen equipos destinados a hacer pasar un buen rato pero a perder muchos partidos. Entre estos destacan Minesotta Timberwolves, el equipo dirigido por Ricky Rubio, que este año debe dar un paso adelante en liderazgo y madurez en el juego. Además, los Wolves contarán con el número 1 del último draft (selección de jugadores universitarios), el alero canadiense Andrew Wiggins, tras perder, camino de Cleveland, a Kevin Love. Y finalmente hay que mencionar a Los Angeles Lakers, adonde regresa tras su lesión el legendario Kobe Bryant. Veremos a qué nivel.

En suma, la NBA se presenta una vez más reñidísima e igualada. Es lo que tiene el sistema americano. El 28 de octubre empieza por fin la competición y este año podré seguirla cada día porque he instalado el Canal + en casa. Si Dios quiere, pocos partidos me perderé, así que nos vemos en junio y comentamos cómo ha ido. ¿Vale?

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