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procopio: café filosófico

Bosquejo de una Doctrina Franco

Siempre me había preguntado con qué propósito digamos positivo se sublevó Franco. Es decir, no solo si se trataba de una sublevación militar contra una chapuza colosal como eso de la 2ª República, que venía a aumentar los errores de los dos primeros tercios del siglo XIX, la 1ª República y, at last but not least, la Dictadura de Primo de Rivera. Por lo visto, como ya imaginábamos, Franco tenía uno y no era el Estado totalitario de los falangistas.

Cierto es que Franco no es Lincoln como tampoco España es obviamente los Estados Unidos de América. Pero hay un propósito que, para empezar, está escrito en el Manifiesto de Las Palmas, leído el mismo día del alzamiento y del que solo ha quedado aquello de "Españoles todos". Léanlo entero o escúchenlo en Youtube. Acaba diciendo: "por primera vez y por este orden, se hará realidad la trilogía: fraternidad, libertad e igualdad". La referencia obviamente es la revolución francesa, por cierto no necesariamente republicana, pues quizá hubiese funcionado mejor una monarquía parlamentaria a lo Lafayette que la república finalmente convertida en imperio napoleónico. Hay que decirlo bien: república consistente en Francia no la hubo hasta los años 70 del siglo XIX, un poco antes que la Restauración de Cánovas en España y tras la victoria de Lincoln en EEUU.

Precisamente la referencia militar que Franco tiene en la cabeza cuando se subleva, consciente o semi-inconscientemente, es la llamada por los británicos Guerra Peninsular, conocida por nosotros como Guerra de la Independencia. Ciertamente conozco solo una ciudad que da nombre a su calle principal con el apelativo de la Independencia, y no es Madrid sino Zaragoza, sede de la Academia Militar. Pero, obviamente, después de la Guerra de Sucesión, es la guerra más importante de nuestro país, por encima de las guerrillas carlistas o la guerra de Cuba. Es la guerra en cuyo periodo se elabora y aprueba la primera Constitución democrática moderna de España. En Cádiz, en 1812, tras el Estatuto Real de Bayona que no funcionó como nada funcionó bien durante el reinado de Carlos IV y el de su hijo. Digamos, ahora, en un lenguaje políticamente moderno, que según Franco la promesa de la democracia, de la libertad y de la prosperidad, escrita por primera vez en las Cortes de Cádiz de 1812 no se había hecho realidad hasta entonces, al menos en la forma en que es modernamente esperable. Cierto es que Franco se apoyó en primer lugar en la posmodernidad falangista y en la pre-modernidad carlista, pero su proyecto es el de forjar una nación democrática moderna. Muchas figuras de sus gobiernos, ya desde los años 40, fueron ex-diputados conservadores de Acción Popular o monárquicos en la 2ª República.

Se ha hablado mucho del apoyo que le prestaron Mussolini y Hitler. El apoyo de Mussolini y Hitler fue mucho más allá de lo deseado por el mismo Franco, un apoyo por cierto menor del que Stalin ofreció a Azaña, Negrín, etc. El resultado de una República socialista fue que los totalitarismos, el comunista, que fue el primero y es la raíz de los otros dos, el fascista y el nacional-socialista, dirimieron sus diferencias en los campos de batalla españoles, hasta el pacto nazi-soviético que puso el prólogo a la 2ª Guerra Mundial tras la victoria de Franco. Sea como fuere, lo cierto es que Franco pensaba que Francia había actuado planteado mal las cosas (obvio es como el mismo De Gaulle dijo después) y que el Reino Unido ya no podía establecer las reglas europeas por sí sola tampoco (si bien pienso, en contra del Franco de junio del 40, que el Reino Unido no había perdido la guerra, porque era una guerra que, de hecho, desde la primera intervención estadounidense en el continente europeo, ya no podía ganar). También es cierto que tuvieron que recurrir, como en el caso de De Gaulle, y por siempre, a quien antes habían despreciado, es decir, a Churchill. También es cierto que ni la Liga de La Haya había evitado la 1ª Guerra Mundial, ni la Doctrina Wilson y la Sociedad de Naciones el ascenso de los totalitarismos. Aquí, en este punto, aparte del comunismo y en cierto modo contemporáneo a este, yace el problema del nacionalismo romántico (y del posmodernismo), que es lo que de alguna forma se había ventilado en la Guerra Civil estadounidense ganada por Lincoln. El Reino Unido, en mi opinión, no perdió la guerra, que ganó (le valía el empate), aunque en el proceso posterior ciertamente perdió sus últimas colonias.

En todo caso, no fue de apoyo a la causa nazi-fascista la política oficial del nuevo Estado español franquista todavía por definir -la proclama posterior al día de la Victoria de 1939, en la que Franco habla de un Estado totalitario, es obviamente una cosa falangista que no iba con Franco: oficialmente la política fue de neutralidad primero, de no-beligerancia después, y de neutralidad otra vez. Solo compartía una cosa con Hitler, y era el anti-comunismo (la División Azul), pero no desde luego para erigir el nazismo, que es su nieto.

Dicen que la noche del día del ataque imperial japonés a Pearl Harbour Churchill durmió el sueño de los justos. Me parece que Franco, bajo presión nazi de entrar a favor de los nazis en la guerra, también. No es casualidad que en 1941 los falangistas dejaran de ocupar los primeros puestos de mando en el nuevo Estado español franquista, que de momento solo se había definido por un Estatuto del Trabajo. En 1943, puede que baile algún año, Franco crea las Cortes Españolas, una especie de parlamento obviamente meramente corporativo. Su discurso en la inauguración de esas Cortes es, después del Manifiesto de Las Palmas, el segundo texto de lo que a partir de entonces puede llamarse Doctrina Franco. Este discurso empieza: "Queremos libertad pero con orden". Lo que sigue también me parece bien y es lo que Franco considera delictuoso. Todo eso que atenta a la moral cristiana y cuestiones de justicia social. En 1945 estas Cortes aprueban la tercera Ley fundamental, el Fuero de los Españoles, una especie de Estatuto de Derechos básicos. Y luego la de Referendum, y en 1947, la de Sucesión monárquica, en la figura del hijo del Conde de Barcelona, que es corroborada en referendum plebiscitario en la primera forma de participación política más o menos libre tras la sublevación. Me parece que no es Juan Carlos I el que ha hecho que la monarquía se acepte por el pueblo, sino Franco.

En todo caso, estos años son difíciles, porque cuando España iba a ingresar en la OTAN por invitación de EEUU, que con Truman vuelve a abrir su embajada en Madrid en 1950, tras la crisis del puente aéreo de Berlín, el Reino Unido se opone. He leido las razones de este rechazo y pienso que, más allá de cierto tiempo de espera prudencial, fue un error, hasta tal punto que la URSS no cayó sino en 1989 y a causa de la elección de un presidente aun más importante que FD Roosevelt, como es Reagan. También es posible que no hiciera sino alargar la dictadura franquista hasta la misma muerte de Franco. En fin, por eso dicen que hasta la llegada de Thatcher, Reagan y Juan Pablo II, Franco fue el campeón del anti-comunismo.

En todo caso, España ingresó en la ONU en 1955, tras haber sido antes rechazada. Aquel mismo año se escribe el texto de la Reconciliación Nacional que firma el PCE clandestino. España ya tiene aliados consistentes después del experimento no-alineado de la Argentina de Perón (la primera "tercera vía", falangista). Son EEUU y el Vaticano. Hay una apertura. En las universidades se pelean falangistas, democristianos, monárquicos. Los falangistas son barridos por un falangista mismo, Arrese, que intenta acercarlos a las posturas que serán dominantes desde entonces, las del Opus Dei, conservadores y tecnócratas. Dicen que de esto se encargó Herrero, el padrino político de Suárez. No es una caída del caballo del franquismo. Franco era un militar prudente que en los años 20 leía libros de economía y hacienda. Había sido director de la Academia de Zaragoza y luego Jefe del Estado Mayor. Lo que no había sido posible en 1946, lo sería a partir de los años 50, especialmente a partir de 1955. De hecho, el Estado español franquista ya estaba definido desde 1947, como "Reino", "católico, social y representativo", en la ley de Sucesión de aquel año. Esto zanjaba la cuestión interior, digamos, acabada la guerra mundial y tras el inicial rechazo de las potencias occidentales, en espera finalmente de la apertura exterior de los años 50 básicamente de la mano de EEUU.

En fin, asentado un nuevo Estado y una política exterior básica en las dos primeras décadas del régimen, que poco tenían que ver con el falangismo, la política económica establecida a finales de los 50 romperá aun más con cualquier veleidad de este cariz, apoyándose en la ley fundamental a la que Franco dio la máxima importancia hasta su fin: la de los Principios del Movimiento Nacional. El Movimiento, que no era un partido único, aunque englobara a la FET y de las Jons, unificadas a su despecho ya en 1937, es precisamente el término que Franco y Mola emplearon desde el principio para designar a su sublevación ("movimiento", "movimiento militar"). El Movimiento Nacional no es de inspiración fascista, no hay tampoco ningún artículo que señale cosas como "artículo 8: Franco siempre tiene razón", aunque desde luego sigue siendo corporativista. Su inspiración, según el propio Franco, es más bien el "Estado novo" portugués de Oliveira Salazar, el profesor universitario soltero que ejerció la dictadura en Portugal. Un proyecto técnico de modernización, como de algún modo ya estaba indicado en el nombre que se le dio al inicial Estado español militar sublevado en 1936: Junta Técnica del Estado.

Desde 1937 muchos falangistas, viejos y nuevos, se habían ido reconvirtiendo a varias formas democráticas (Ridruejo, Laín, Tovar, o el mismo Aranguren, que en los años 90 aun hablaba de "movimientos" y que hoy es gurú del progresismo). Muchos otros participaron en la elaboración de esta ley, que es la sexta ley fundamental. Es de hecho una ley cuasi parlamentaria, aunque los deliberantes no fueran electos. Luego vendrán ya solo la del Estado (es decir, la del nuevo Estado potencialmente monárquico que se configura en 1966, corroborado en referendum, de cara a la anteriormente prevista sucesión), y la de la Reforma Política. Veamos: del 38 al 47, trabajo, Cortes, derechos, referendum, y Estado católico, social y representativo configurado en Reino con prevista sucesión monárquica. Del 47 al 58, una vez asentado exteriormente lo anterior, principios fundamentales del movimiento nacional de dicho Estado. Del 58 al 67, pese al traspiés europeo del 62, reconfiguración del Estado potencialmente monárquico en la figura del futuro Juan Carlos I. Del 67 al 76, de forma convulsa, reforma política.

Vale la pena mencionar que en 1962 Franco creó una vicepresidencia recaida en la controvertida figura del general Muñoz Grandes, el único que había tratado amistosamente con Hitler, en términos militares, cuando lo de la División Azul. El jefe del Ejército después. Su hijo fue uno de los brazos de Juan Carlos I en la repulsa del 23-F. Hoy en Wikipedia, de falangista de camisa vieja ha pasado a considerarse republicano (conservador) centrista. No es baladí que este militar fuera el designado como primer vicepresidente. Era de familia humilde, de Carabanchel Bajo. De Infantería, como Franco. Vicepresidente del Gobierno cuando Franco llega a los 70 años de edad. Es la respuesta franquista al Congreso Europeo de Munich y al rechazo a la petición de entrada en la Comunidad Económica Europea. El último presidente de las Cortes franquistas, tras el largo dominio de los tradicionalistas, también será un viejo falangista; será el que proclamará como rey a Juan Carlos I. En lo político, aparece entonces la figura de Fraga, que viene a sustituir a Gil-Robles como representante de los conservadores. En torno a esto, el problema del europeísmo y de la reconciliación.

En cuanto a la reconciliación, quiero señalar de pasada que es enormemente difícil y muy complejo que aquellos que han sido duramente castigados te consideren un benefactor. Alguna gente íntegra hasta la médula. Pero la santidad no es una obligación, sí viene a serlo la genuina ciudadanía. Yo soy profesor, otros son padres. Yo enseño, castigo y corrijo, y en general, los que me odian infantilmente, me quieren. Pero soy un profesor, no un Jefe de Estado, no creo nada, más bien dejo que cada cual se cree su vida. Con parte de mis enseñanzas, obviamente, pero no a mi imagen y semejanza. En un programa de la televisión sueca un periodista plantea esta pregunta a un sacerdote del Valle de los Caídos, y el sacerdote le contesta: si usted, allí donde pone "Caídos por Dios y por España", pone una "o", tendrá a los caídos por Dios (nacionales) y a los caídos por España (españoles). O tal vez al revés. Nacionales y españoles políticamente. Deportivamente. Es una respuesta muy razonable. Pero en la lápida pone una "y", no una "o". Quizá algo más que un valle de los caídos y una memoria de los vencidos habrá que hacer y se puede hacer. Ahora bien, si me he atrevido a postular una Doctrina Franco plenamente viable y vigente (Manifiesto de Las Palmas, Discurso de las Cortes, Principios Fundamentales), es porque, leyendo dichos Principios Fundamentales, solo con algún matiz, más o menos importante, no se puede no estar de acuerdo. Y también por otra razón, menos agradable. Y es la siguiente: la legitimidad de origen de dicha reconciliación tendría que venir de estos principios como la Constitución de 1978 viene de Juan Carlos I a través del General Franco.

Los principios fundamentales son nueve principios. Son los siguientes. En primer lugar, los principios doctrinales:

El principio I establece la unidad nacional y el deber de todos los españoles de servir a la Patria.
El principio II declara el acatamiento de la Nación española a la Ley de Dios formulada por la Iglesia, cuya doctrina inseparable de la conciencia nacional, inspirará las leyes.
El principio III señala la aspiración de España a la instauración de la justicia y la paz entre las naciones.
El principio IV otorga al Ejército el deber de defender la unidad, la integridad y la independencia de la Patria.
El principio V funda la comunidad nacional en el hombre y en la familia. Subordina el interés particular al bien común, y pone a todos los españoles bajo el amparo de la Ley.

Quizá el Principio hoy en día más controvertido sería el II. Pero no porque la apelación a la ley de Dios (Ley en mayúscula, eso parece casi israelita) sea una tontería, sino porque la nación española como nación política no puede ser una nación católica, apostólica y romana sin más, lo cual tampoco significa que haya de dejar de serlo. El problema del catolicismo y de la tolerancia religiosa. Nuestro Estado de 1978 es constitucionalmente aconfesional.

Luego hay unos principios orgánicos:

El principio VII instaura la Monarquía como forma política, con las notas de la tradición católica, social y representativa.
El principio VIII ordena la participación política a través de la familia, del municipio y del sindicato.

Bien, aquí, en 1958, ya está la Monarquía como forma política. Mucho mejor que una conciencia nacional católica es esto de "las notas de la tradición católica" afectando a la Corona. Social es una cosa extraña, pero, en fin, nuestro Estado de 1978 también lo es. Representativa, supongo que quiere hacer referencia a la política, en este principio solo entendida de forma corporativa u "orgánica". Hoy entenderíamos representativa en su sentido político genuinamente democrático. Nuestro Estado de 1978 es democrático.

El principio VIII, junto con el II, es el más cuestionable. En este caso de forma plena. La familia, y la humanidad, ya han sido mencionadas antes, en el Principio V, referido a la comunidad nacional (política), junto con el bien común y el amparo de la ley. La idea de que el municipio preexiste de forma natural a la comunidad política y a la ley, aparte del hecho obvio, no es cierto, ni los municipios ni las regiones. Esto es un municipalismo y un federalismo mal entendidos, tanto por el Calvo-Sotelo de los años 30 como por Pi Margall, como por el corporativismo franquista de inspiración, en esto sí, falangista-carlista-sindicalista. Los problemas de concreción no se arreglan con preexistencias ni despotismos.

Se ha dicho que si el Rey juró esto, su Gobierno posterior a la muerte de Franco conculcaría en este punto su juramento. La octava ley fundamental, la de la Reforma Política, es una especie de última enmienda final al nuevo Estado español franquista. Pero de hecho, esta ley fundamental, la de la transición a la democracia, no es que conculque el juramento hecho a una ley fundamental y a uno de sus principios, es que deroga todas las leyes fundamentales anteriores, el Estado franquista por entero, salvo, cosa de suma importancia, su Jefatura, en este caso atribuida por dichas leyes y bajo dichos principios a la Corona en la figura de Juan Carlos I, leyes que en dos ocasiones, 1947 y 1967, fueron plebiscitadas por el pueblo, así como también fue igualmente plebiscitada la misma ley de reforma política de 1976 -de hecho, pues, en virtud de la prescripción introducida en la ley del 47 sobre la celebración de referenda según la ley del 45, el pueblo mismo aprobaría en este sentido la reforma política. Por tanto, el Rey, como nuevo Jefe del Estado, estaba plenamente legitimado, precisamente de forma franquista, por así decir, para hacer lo que hizo. De hecho, después de todo, salvo dos principios fundamentales de la ley del 58, el resto puede encontrarse de una forma u otra en la Constitución de 1978. Los que no están son el II, aun heredado de la Constitución de 1812, y el VIII, el de la "democracia orgánica". Pero si leemos atentamente el principio VII, principio orgánico precedente, referido a la Monarquía, que es a quien se le ha otorgado la Jefatura del Estado, vemos que "las notas de la tradición católica, social y representativa" que la acompañan pueden significar otra cosa que lo mencionado en los principios II y VIII: no una nación católica y orgánicamente representada, como fue la apariencia franquista, sino una monarquía parlamentaria tocada de catolicismo con aspiraciones a la justicia social, que es lo que nuestro Estado viene a ser.

La Doctrina Franco que propongo sería pues una doctrina "no escrita". Algunas ideas o principios básicos que, más allá de lo que dicen que Franco dijera sobre la democracia, entroncarían con principios elementales de cualquier democracia occidental moderna. En tanto obviamente la Ley para la Reforma Política no deroga la Corona, tampoco deroga de hecho a Franco, por así decir, que es quien la había instituido y designado, por tanto, tampoco derogaría lo que he llamado Doctrina Franco, que solo afectaría a unos principios elementales y no al armazón orgánico de su Régimen, este sí ya potencialmente derogado de hecho mediante la Ley del Estado de 1967, que es la última ley fundamental anterior a la Ley para la Reforma Política, y no solo potencialmente, podríamos añadir, en cuanto modifica algunos puntos importantes de las leyes fundamentales anteriores, por ejemplo en cuestiones como la de la libertad religiosa (como a su vez, ya el Fuero de los Españoles de 1945, que Franco ponía por delante del Fuero del Trabajo de 1938, vino a matizar este).

Simplemente, reconduciendo el Principio doctrinal II y rechazando el Principio orgánico VIII, ambas cosas en virtud del principio orgánico VII, que es el referido a la Monarquía, esto es, a la Jefatura del Estado, lo que llamo Doctrina Franco tendría que ver más con una cierta estrategia política plenamente democrática que con principios doctrinales o de organización ya periclitados por la propia sucesión. Según la Constitución de 1978, está claro que la participación política es individual y se articula básicamente a través de partidos políticos y otras asociaciones. El Estado es aconfesional, es decir, no es laico como tampoco organiza una conciencia nacional católica.

La nueva España democrática, la de la fraternidad, libertad e igualdad, entró en la Otan en 1982 más de 30 años después de que el Reino Unido se lo impidiera, y en 1986 permaneció en la Otan y entró finalmente en la Comunidad Europea después de más de 20 años de haberlo pedido. Entre tanto, desde 1955 estuvo en la ONU y sus aliados fueron EEUU y el Vaticano, además de otras tradicionales amistades, que en este caso tienen que ver con el problema del islamismo y de Hispanoamérica. Aquí es donde Aznar quiso acabar con el tardofranquismo sociológico que aun encarnaba en cierto modo Fraga, al rechazar el liderazgo de la Cuba comunista en Hispanoamérica, y al apoyar la guerra contra Irak y su socialismo árabe laico, una ideología que hasta el mismo alcalde franquista, experto en islamismo, de la ciudad de Salamanca, llamada en su tiempo "capital del franquismo", no veía con malos ojos. No parece que algunos entendieran bien esto.

El último principio es un principio programático:

El principio IX declara el derecho de los españoles a una justicia independiente, a los beneficios de la educación.

Finalmente, para acabar de perfilar una posible Doctrina Franco, reproduciré el testamento del General con el simple ánimo de darlo a conocer, teniendo en cuenta que se trata del testamento político de alguien que fue ante todo un militar, y a modo más bien de complemento personal a dicha doctrina:

"Españoles:

Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante Su Inapelable Juicio, pido a Dios que me acoja benigno a Su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir.

Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos, sin que yo los tuviera por tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida, que ya sé próximo.

Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación en la gran empresa de hacer una España unida, grande y libre.


Por el amor que siento por nuestra Patria, os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido.

No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros, y para ello deponed, frente a los supremos intereses de la Patria y del pueblo español, toda mira personal.

No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo.

Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la Patria.

Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte:


¡Arriba España! ¡Viva España!"


8 comentarios

ximobrotons -

"ni que lo digas".

ximobrotons -

uy, no, a Hitler un puntillo liberal, al menos genuino y completo, no. era austriaco, no alemán, todo el mundo conoce la historia de Austria. tenemos nuestra parte en la monarquía o imperio -fracasado- de los Austria. en Viena te puedes encontrar aun el neofeudalismo y la cuna de liberales a rebours como Popper, Wittgenstein -que había sido compañero de escuela de Hitler-, exiliados judíos a USA, etc. grandes filósofos, y economistas del siglo XX que están en la raíz del reaganismo más o menos, y ahora la Internacional Sindicalista, que tiene su sede en Viena. salió luego ese Haider, fallecido en accidente después de que España ganara la Eurocopa en Viena, llamándose liberal pero con estética y discurso parecidos a los de Otegui.

lo de Hitler da verdadero terror, eh? a mí el primero, así que lo voy a dejar aquí, bastante tengo con su lado filosófico, legible, digamos, que es Heidegger. Hitler era un soldado de medio pelo. no era un militar de carrera, como sí lo era Franco. Mussolini era periodista. Hitler no era nada, era un vagabundo antes de fundar el nacional-socialismo, etc. no lo voy a patear como vagabundo, si es lo que quiere.

el único importante franquista hitleriano -pues Serrano era más bien de Mussolini, con su camisa negra-, era Muñoz Grandes, es lo que tiene la clase baja madrileña, supongo. "aun hay clases", dicen. ostras, ni lo que digas, macho. es un error muy grave, pero Muñoz Grandes era joven, y más que pronazi, era anticomunista. casi un demócrata americano con su "azul" del tipo de demócratas que en Chicago -la máquina del Partido Demócrata-le dedicaron a Mussolini una plaza, según tengo entendido, y que obviamente, no puede ser. Muñoz Grandes fue vicepresidente del gobierno franquista en 1962, no está mal para un chico de Carabanchel Bajo. No me cabe la empatía, que es lo más importante, pero sí acaso la simpatía. Su hijo fue brazo derecho del Rey en parar el tejerazo del 23-F. la Guardia Civil, pata tan importante de la 2ª República, lo único que Franco no logró reformar.

si mira usted en wikipedia, a Muñoz Grandes se le considera falangista en sus inicios, y finalmente "republicano centrista", conservador centrista.

ximobrotons -

pues sí, es un hecho. durante todas las conspiraciones subversivas contra la II República, desde la de Sanjurjo hasta la de José Antonio Primo de Rivera con Sanjurjo otra vez, Franco se mantiene más bien al margen. Primo de Rivera le llama despectivamente "estas gentes" sin nobleza, honor, determinación, etc. Toda esa paparrucha de señoritos decimonónicos. Está a punto de presentarse en las listas de la CEDA en febrero del 36 por Cuenca, pero Primo de Rivera tb y lo veta. Sanjurjo lo tilda de tibio, e incluso en julio del 36 los demás generales conspirativos, con Mola, que es el ideador del golpe, al frente, lo llaman despectivamente "Miss Islas Canarias 1936". Era el único que podía tener éxito en el golpe. No diré que fuera un gran político, pero era un buen militar con bastante prudencia política. Menos de un mes antes de sublevarse, le escribe la carta a Casares, Presidente del Gobierno, ya mencionada. No hay respuesta. El "Dragon Rapide" ya está en España, fletado por monárquicos (diario ABC) y pagado por Juan March, empresario mallorquín afectado al maurismo. Pero perfectamente podía volver por donde vino. Franco no estaba nada convencido, estaba medio acojonado, como es normal, y además preocupado, consciente de que iba a ser una sangría española, con elementos foráneos además, cosa que obviamente no le hacía mucha gracia. Pero militarmente a esto no podía darle más valor una vez se iniciara la sublevación, que por tanto retrasó todo lo que pudo. El asesinato de Calvo-Sotelo, vinculado al maurismo, sin embargo, ya es demasiado. Inmediatamente se dispone a liderar militarmente el alzamiento. Hay un dato interesante, las leyes fundamentales (son ocho en total, incluida la última, la de reforma política, ya bajo la jefatura del Rey establecida por Franco) de "Cortes" y "Españoles" (derechos) están aprobadas en sendos 17 de julios. está claro lo que quiere decir. obviamente, al parecer Franco consideraba que las decepciones habían sido demasiadas como para que la "revolución desde arriba" de Maura se pudiera llevar a cabo aun en una democracia normal, y que el "cirujano de hierro" de Costa pudiera ser otro que él mismo.

con los falangistas, que ni siquiera eran un partido político minoritario, es decir, que no tenían ni siquiera una mínima representación parlamentaria, Franco nunca se llevó especialmente bien, pero de forma paradójica se apoyó en ellos toda su vida por su papel durante la guerra, dado que su fervor podía arrastrar a masas como ninguna ideología monárquica o conservadora podía hacerlo. Además cumplían el papel de lado "socialista" del bando nacional. Los generales más importantes son militares de afiliación falangista, Yagüe, Muñoz Grandes, etc. Este será vicepresidente en 1962. su hijo será brazo derecha después del Rey con Suárez. Luego está Serrano Suñer, mucho más importante que José Antonio Primo de Rivera. Serrano es el consejero político principal de Franco del 39 al 41. nada más ganar la guerra Franco proclama un nuevo estado totalitario, pero es solo una declaración sin efectos, una payasada posmoderna, no hay ninguna ley que instituya esto. la única ley fundamental de este periodo es el Fuero del Trabajo del 38. (reconciliación nacional de Yagüe?). como se sabe, en el 41, incluso antes de Pearl Harbour, y ante la indecisión de Franco de apoyar a los nazi-fascistas, los falangistas que entonces tienen todos los gobiernos civiles de provincias dimiten casi en bloque, y los que están en el gobierno de Franco salen de él. tb por causa de la fusión que Franco obliga a realizar a la Falange con tradicionalistas y nacional-sindicalistas. y ante el hecho de que no considere que deban convertirse en un partido único, al menos en la cúspide del gobierno -por ejemplo, Franco no era el líder de ese supuesto "partido único", como en los demás estados totalitarios.

luego, del 41 al 43 está el periodo de elaboración de las Cortes franquistas que llevan, via referendum plebiscitario, a la ley de sucesión monárquica del 46 y al nuevo Estado franquista -constituido en "Reino".

quedan por supuesto los militares más importantes de afiliación falangista y pro-nazis, o quizá no tanto pro-nazis como anti-comunistas. bueno, eran militares, no creo que de pensamiento político supieran mucho. y estos son los que tienen contacto directo con Hitler -Muñoz Grandes, que era de un barrio muy humilde de Madrid-, y ayudan a los nazis en el frente de la Urss, que es cuando Hitler obviamente empieza a perder la guerra y el apoyo popular y de sus militares. de ahí que los soviéticos salgan tb como vencedores después. se trata de la División Azul -contra el rojo comunista, pero hay que señalar que el color de los nazis tb era el rojo-, y estoy bastante de acuerdo en que Franco no la organizó personalmente.

Cornelius -

¡Aupa, Ximo! Aún puedes batir el récord de velocidad absurda en "virajes ideológicos", anímate a encontrarle a Hitler algún puntillo liberal rescatable y lo tendrás hecho, ¡vaya carrerón llevas, muchas felicidades!

delicioso -

Pero qué lerdo es usted!!!Ja,ja,ja...No, si ahora será que Franco causó una guerra civil por la muerte de Calvo SOtelo....Usted leo que es profesor de filosofía...joder,joder, cómo está el patio de la educación.....

ximobrotons -

en cuanto a lo militar, Franco podría haber arrasado perfectamente Madrid con la aviación alemana, nazi; cuando ya habían llegado los soviéticos a Madrid con una ayuda superior a la suma de Hitler y Mussolini. Franco no quiso convertir Madrid en Stalingrado. la marcha por Extremadura de Yagüe es otra cosa, pero Yagüe no es Franco, como Sherman no es Lincoln.

ximobrotons -

os gusta huir de la verdad entera y completa, eh' es dudoso calificar a la 2ª república de democrática, cuando se podría calificar como socialista o marxista si bien no soviética. es dudoso calificar a las elecciones del 36 como libres, dadas las formas en que se destituyó a Alcalá-Zamora y se puso a Azaña, y dado el irregular recuento de votos, desaparecido casi el Partido Radical, quedando la Ceda casi en la misma minoridad que el grupo de Calvo-Sotelo, cuyo asesinato provoca el sí de Franco. antes Franco había enviado, en el mismo junio, una carta a Casares poniéndole el Ejército a su servicio para un gobierno democrático de concentración y seguramente para elaborar una nueva Constitución realmente democrática. no hubo respuesta. yo no enseño estas cosas, pq enseño filosofía y no historia. en cambio en historia enseñan cosas como que el comunismo es una justa lucha contra las "contradicciones" de la ilustración, la modernidad, etc. enseñan lo justo q es el totalitarismo, ayer, hoy y mañana. el padre de la República, Ortega (y Marañón, y Péreza de Ayala, y el mismo Unamuno), abandonaron la idea de la República en cuanto se aprobó aquella infame Constitución, o incluso antes. mientras, el FP en Francia veía cómo los nazis invadían Francia poniendo en peligro grave a todo el planeta gracias a la alfombra roja que había tendido en su suelo a modo de prueba de su estupidez culpable.

Anónimo -

pero su proyecto es el de forjar una nación democrática moderna... no, si ahora Franco será el hombre más democrático del mundo... Se celebraron elecciones libres antes de la sublevación y ganó el FP democráticamente en las urnas... Franco ganó con las bombas, muchas de ellas indiscriminadas arrasando ciudades enteras. Espero que no enseñes estas cosas a tus alumnos.