Quevedismo
Mucho se ha dicho del pobre nivel del periodismo español. Desde "El Censor" ilustrado hasta Larra pasando por el "Diario de Barcelona", y Unamuno y la prensa hispanoamericana hasta llegar a los periódicos que aún salen cada día, y Ortega y "El Sol". Se dice que Quevedo hizo mucho daño. Lo dice Savater en su "Diccionario filosófico" y lo ha repetido en una entrevista de Vicente Molina Foix. Da que pensar...
Espada compara en "Contra Catalunya" la prensa barcelonesa con la madrileña, Sagarra o D´Ors con Fernández Flores o González Ruano, Azúa o Monzó con Umbral o el fallecido Haro Tecglen: hablo de la prensa de opinión, ese "topos" imprescindible para, en y de la democracia. Aunque tantas veces fagocitador. Espada no menciona el daño de Quevedo y más bien le parece superfluo, o eso me parece a mí, no el cervantismo tantas veces denostado por el poder burocrático madrileño y el nacionalismo catalán, sino las frivolidades, más que las ligerezas, lopesianas.
Estamos hablando de una cultura (también presente desde Boscán y aun antes, aunque todavía medieval, en Barcelona) que la gran corte francesa de Luis XIV tomó como modelo para su Gran Siglo, todavía hoy cuna del gusto que ha moldeado y moldea "lo francés" (como la más popular Inglaterra aprende de Cervantes -y éste en parte, siempre la vista a Italia del mediterráneo, del valenciano Martorell-, el sentido de la aventura ya moderna, acuñado a hierro por los descubridores hispano-portugueses).
Dejemos la novela entre paréntesis. Y el teatro. Vayamos al periodismo. Hizo daño Quevedo, quien es citado, no sin mucha ilusión, por algún personaje de "La vida del Doctor Johnson" como un poeta más bien "imitador". ¿Ha hecho daño al periodismo español? Me refiero a la bravuconería que se le atribuye, especialmente al madrileño, pero no solo, a ese desparpajo que podía irritar a don Jorge Luis, a ese mal tono, a las cajas destempladas que se conservan aun en un Ferlosio. O en Monzó o en alguno muy malo como Toni Soler, queveditos catalanitos de esos.
Por ejemplo, esta última frase que he escrito: ¿hace daño? ¿es faltona? No negaré la posibilidad de que ese tipo de frases españolas periódicas hayan podido ser faltonas (no me refiero a lo criminal que ha podido ser y es el estilo nacionalista periférico, con sus excepciones, claro, claro). Pero la cuestión es que esa prensa ha carecido de salida. Mejor desde luego que el militante-revolucionaria, bajo la dictadura, funcionando casi como una "contra", ese periodismo apenas tenía la salida del humor, un punto de fuga que se cerraba sin embargo demasiado pronto, demasiado cerca (aun en Aristóteles, el universo se cierra, ¡pero en el quinto éter, no en la "polis"!). Y eso se sigue notando hoy, por ejemplo, en el caso de Jiménez Losantos, o del fallecido Vázquez Montalbán: esa salida que sí tiene la prensa inglesa y también la francesa (ah, Le Monde, el buen tonto ha tenido que cambiar), que suelen ser también a su modo faltonas en su más larga y más firme tradición democrático-republicana; quiero decir, que a lo mejor resulta que el periodismo español cuando es mejor es cuando no se corta la lengua..., aunque después tenga a menudo que lavársela y, ay, no se la lave (por falta de costumbre democrática).
Y es que el periodismo de opinión está supeditado a los hechos y a las noticias, sin ser ni lo uno ni lo otro. Quiero decir que es urgente, aunque no está de más que sea también higiénico. Pero no es ni puede ser una conversación de cátedra sobre el buen gusto o la belleza moral cuando es realmente de opinión, de intervención. Lo cual puede llevar al exabrupto y al insulto, umbral de la civilización, pero todavía civilización, según Ferlosio.
A mi modo de ver, por lo tanto, Quevedo no hizo tanto daño. Además, hoy, ¿cuándo es mejor Azúa, cuando levanta columnas de poesía o cuando se caga en todo dios? Lo segundo. ¿Cuándo es mejor Losantos, cuando escribe con la sangre que le sacaron o cuando recita su consabida letanía radiopredicadora suficientemente lopesina para que no se enfade nadie, más que los que se tienen que enfadar? Lo primero, queridos desterrados. Bien entonces por lo que llamaré "quevedismo", aunque en cualquier caso siempre nos quedará Karl Kraus.
11 comentarios
Alumno -
Melò Cucurbitaciet -
procopio -
juanjo jambrina -
Deconocía el lugar tan cálido que se ha montado.
Quería yo que me hablase del Principio de continuidad de Leibniz....
procopio -
Horrach -
procopio -
Horrach -
Le aviso que pienso asaltar su refugio a partir de ahora, que voy a tener más tiempo libre.
¿Es preocupante ese ultimatum que ha recibido?
Un abrazo, tiffosi del logos.
Incorrecto -
procopio -
Melò Cucurbitaciet -
En cualquier caso tambié, siempre le quedará Melò