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procopio: café filosófico

"Pau Gasol, 24 puntos, 10 rebotes..."

Esto es lo que estaba leyendo Ramón Trecet en Radio Marca cuando al gran periodista deportivo y musical se le quebró la voz y no pudo continuar. Y es que estaba leyendo las estadísticas en un partido de la NBA del jugador de baloncesto Pau Gasol, pero no de cualquier partido, sino de uno de la serie final por el título, el famoso Anillo de la NBA que finalmente, en el quinto partido, el jugador de Sant Boi logró con Los Angeles Lakers (4-1) contra Orlando Magic.

Este curso deportivo ha sido pródigo en fechas deportivas señaladas, aunque sin alcanzar la gloria de la Eurocopa pasada, que ganó la selección española de fútbol. En cambio, en cuestión de clubs, hemos podido por fin ver ganar al Barça una Copa de Europa sin ninguna duda, y frente a un grande como el Manchester United. Me dirán que el pase contra el Chelsea en Londres fue discutible: vieron otro partido al que yo vi. El gol de Iniesta fue justo y apoteósico. Se fijaron en el árbitro, vaya por Dios. Por mi parte, hacía más de diez años que no celebraba un gol del Barça así, como celebré el de Iniesta. Y no creo que celebre uno igual en muchos años -celebré efusivamente los dos de la final de Roma, pero no es lo mismo. Va también por Guardiola, al que hace más de diez años vi hacer un gesto impropio y que desgraciadamente para todos de política no es que no sepa mucho, es que no sabe nada. Pero él ha sido quien ha culminado esta temporada gloriosa para su club, haciendo realidad el sueño de Cruyff -aunque no completamente para aquellos que seguimos hasta el fin a aquel Barça revolucionario; pero esta es otra historia.

En cualquier caso, el acontecimiento deportivo del curso ha sido sin duda para mí el anillo de la NBA de Pau Gasol con los Lakers. El año pasado escribí un post titulado "Maravillosa noche en el Garden", y así lo sentí, aunque perdieran los Lakers, que yo prefiero a los Celtics. Este año por primera vez hemos podido sentir más cerca que nunca lo que significa ganar un anillo de la NBA. Yo a Pau Gasol no le reprocho esencialmente nada desde que ganó el Mundobasket´06 de Japón: quiero decir en cuanto a títulos, porque para empezar toda su carrera, desde que se fue a EEUU, y aun antes, no ha dejado de admirarme. Y es que yo soy uno de esos niños cuyo sueño americano empezaba por la NBA. En el curso 87-88, si no en el 86-87, organizamos en la escuela una especie de All-Star: yo era "Sleepy" Floyd, de Golden State Warriors, de Oakland, San Francisco, la ciudad grande más cercana al lugar de donde era mi hermano americano, que hoy vive en Sacramento, y porque aunque el número 1 era y será por siempre "Magic" Johnson, "Sleepy" Floyd se parecía más a mí en lo de "Sleepy" y aquel año o el anterior había sido All-Star con un equipo menor, batiendo el récord de puntos en un cuarto de un partido de "play-offs", precisamente contra los Lakers, que todavía conserva. D. A. era Michael Jordan; J. B. era Dominique Wilkins. No sé si J. M. se pintó la camiseta de los Knikcs de Pat Ewing, ni qué jugador eligió J. C., o los otros. Pero, en fin, jugamos a una especie de Concurso de Triples, y no recuerdo si a uno de Mates en las canastas de minibasket. Tampoco si hicimos un partido al estilo Este-Oeste. Pero pasamos un buen rato. Me gustaría saber quién en España o en Europa entonces organizaba algo así en su escuela, en los dos últimos cursos de EGB. No estaba loco, no estábamos locos. Junio de 2009: Pau Gasol, de un pueblo relativamente cercano al mío, seis años menor -debían de cursar 2º de EGB por aquel entonces este tipo y compañía-, pivot de Los Angeles Lakers, 24 puntos, 10 rebotes en la victoria de su equipo (3-1) contra Orlando Magic en la final de la NBA, que ganaron el pasado domingo 14.

Aparte de jugar en el equipo de la escuela, yo me subía muchas tardes a la terraza del immueble donde vivía, en la que mi madre tendía la ropa y había unas cisternas con agua. Con una pelota pequeña pinchada de plástico, a veces con una de tenis, y un bote de detergente recortado como canasta, me pasaba horas jugando yo solo a baloncesto en aquella terraza, sin botar, en la que los hilos de tender marcaban la línea de los tiros de tres puntos. Me montaba una liga de varios equipos, regular y con eliminatorias finales a siete partidos, y jugaba conmigo mismo y contra mí mismo, los dos equipos a la vez, imaginariamente. La liga era, por supuesto, la NBA. Los equipos, de aquel entonces, Lakers, Celtics, pero también Supersonics, o 76ers, o Bullets, o Rockets, o Pistons, o Golden State Warriors. Me gustaban los partidos con muchos puntos, 129-116, por ejemplo, de modo que me tiraba horas, muchas tardes, como he dicho. Hay por ahí alguna foto que me hizo mi hermano americano o quién sabe quién ni realmente cuándo. Se pueden imaginar entonces que...., en fin, que yo también me quedo mudo. Debo decir, por cierto, que yo aprendía mucho jugando de aquella manera al baloncesto. Lo digo por aquellos que en seguida quieren agua caliente en las duchas, unas zapatillas Nike y un brillante parquet para lucirse, porque si no, ellos no juegan. A veces pienso qué es lo que pensaba entonces, cómo decidía los partidos -que, naturalmente, retransmitía en voz baja lo más dramáticamente posible. ¿Siempre ganaba mi equipo preferido? ¿Me enfadaba conmigo mismo cuando, jugando yo solo, perdía mi equipo favorito? Ahora me parece increíble, pero debía de ser así. Hace unos meses, aquí en Elche, en una pista al aire libre que hay en un parque de palmeras cercano a mi casa, probé de imitar aquello y hasta que mi vergüenza adulta aguantó, sí, me di más o menos cuenta de que sí, debía de ser así: una especie de justa espontaneidad, de control de las emociones sin menoscabo del deseo subjetivo parcial, por un lado, y de la cuasi objetividad de la eficacia técnica, por otro.

Diría que esto es el deporte, "fuente de ennoblecimiento del espíritu", como dijo Reagan, locutor deportivo en su juventud. En fin, que ahora se acerca el verano y lo hace con una música que, aunque siempre seré un "warrior" mal que me pese a mí mismo, "it sounds like Lakers spirit, and I like it".

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