Bajo las estrellas de Gales
Dylan Thomas escribió
"We will ride out alone, and then,
under the stars of Wales,
Cry, multitudes of arks!"
El sábado pasado 19 de marzo la selección galesa de rugby volvió a ganar el Grand Slam del Torneo de las 6 Naciones, 27 años después de lograrlo por última vez, con aquel glorioso equipo que durante casi una década reinó en el deporte del rugby como ningún equipo lo ha hecho antes ni después.
Fui con mi amigo Marcel a ver el partido final al pub Finnegans, en la plaza de la Reina de Valencia. Tanteé ir a Cardiff al Estadio del Milenio, viejo Arms Park, pero la entrada más barata en reventa por internet superaba los 600 euros. Todavía no soy multimillonario.
La pasión es un arco tensado que cuando ama, ríe o llora lanza multitudes de flechas. Así fue como celebramos ese inesperado triunfo de nuestra amada selección, la que más ha hecho por la afición al noble deporte del rugby.
Escribe Dylan Thomas en "Bajo el bosque lácteo" (DVD):
"Sólo tú puedes oír y ver, tras los ojos de cuantos duermen, los movimientos y los países, los laberintos, los colores, los duelos, los arcoiris y las melodías, los vuelos y deseos, las caídas, las desazones y la vastedad de los mares de sus sueños.
Desde donde estás, puedes oír sus sueños".
Ayer, domingo, por la mañana, estuve leyendo las crónicas por internet del diario inglés The Independent. Cuál fue mi sorpresa cuando vi que una de ellas estaba firmada por el fabuloso apertura galés Jonathan Davies, a cuyo efusivo y alegre juego debo principalmente mi pasión por el rugby.
Exhausto, ya casi sin oír ni mis propios sueños, recuerdo de aquellas crónicas una frase final que me anima y me desafía, después de ya tantos años de cabalgar tantas veces solo por el lado apasionado de la vida, y tropezar y caer, y levantarse, y tropezar y caer y...
"And now, Good God, here we go again".
Sí, amigos. Otra vez.
"We will ride out alone, and then,
under the stars of Wales,
Cry, multitudes of arks!"
El sábado pasado 19 de marzo la selección galesa de rugby volvió a ganar el Grand Slam del Torneo de las 6 Naciones, 27 años después de lograrlo por última vez, con aquel glorioso equipo que durante casi una década reinó en el deporte del rugby como ningún equipo lo ha hecho antes ni después.
Fui con mi amigo Marcel a ver el partido final al pub Finnegans, en la plaza de la Reina de Valencia. Tanteé ir a Cardiff al Estadio del Milenio, viejo Arms Park, pero la entrada más barata en reventa por internet superaba los 600 euros. Todavía no soy multimillonario.
La pasión es un arco tensado que cuando ama, ríe o llora lanza multitudes de flechas. Así fue como celebramos ese inesperado triunfo de nuestra amada selección, la que más ha hecho por la afición al noble deporte del rugby.
Escribe Dylan Thomas en "Bajo el bosque lácteo" (DVD):
"Sólo tú puedes oír y ver, tras los ojos de cuantos duermen, los movimientos y los países, los laberintos, los colores, los duelos, los arcoiris y las melodías, los vuelos y deseos, las caídas, las desazones y la vastedad de los mares de sus sueños.
Desde donde estás, puedes oír sus sueños".
Ayer, domingo, por la mañana, estuve leyendo las crónicas por internet del diario inglés The Independent. Cuál fue mi sorpresa cuando vi que una de ellas estaba firmada por el fabuloso apertura galés Jonathan Davies, a cuyo efusivo y alegre juego debo principalmente mi pasión por el rugby.
Exhausto, ya casi sin oír ni mis propios sueños, recuerdo de aquellas crónicas una frase final que me anima y me desafía, después de ya tantos años de cabalgar tantas veces solo por el lado apasionado de la vida, y tropezar y caer, y levantarse, y tropezar y caer y...
"And now, Good God, here we go again".
Sí, amigos. Otra vez.
3 comentarios
nodigakempesdigagol -
procopio -
juan antonio -