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procopio: café filosófico

Carta al director del "Diari de Vilanova": "Opiniones de un desaparecido" (2003)

Esta carta (de una serie de dos o tres) anti-nacionalista, en el día que notifican la creación de una plataforma cívica incluso política anti-catalanista impulsada por Arcadi Espada, Félix de Azúa, Eugenio Trías, Xavier Pericay, Miquel Porta, Félix Ovejero, Ivan Tubau, etc.

"Opiniones de un desaparecido"

No sabía muy bien cómo contestar a las cartas publicadas hace 15 días alusivas a mis críticas a las retransmisiones deportivas –en concreto de los partidos del USAP- de TV3. No entraré en lo personal porque no viene a cuento. Pero sigo considerando que esas retransmisiones son oportunistamente patrióticas, y a ratos reaccionarias, tanto más cuanto que en España de momento no se prohíbe nada que no pueda ser argumentado racionalmente en los parlamentos democráticos y otros foros. Y no hay que irse a Francia para toparse con según qué leyes, tal como paso a comentar más allá de la anécdota de los partidos del USAP.

Mi viejo compañero de estudios Jordi Ruiz de Castañeda habla muy ufano de su país. Supongamos que ese país, en su forma actual de comunidad autónoma, fuese independiente. No es mucho suponer, porque ahora mismo le falta poco para serlo. Cataluña no es una nación sin Estado: qué va, tiene un Estado propio, y no me refiero a a lo que pueda tener de Estado español del que forma parte, sino al Estado catalán que es la actual Administración autonómica. Pues bien, ¿consideran mis amables polemistas que esa administración actúa democráticamente cuando no reconoce la oficialidad de la lengua (el castellano) de al menos el 50% de la población que gestiona? Valga esta pregunta como reflexión sobre la dudosa constitucionalidad o estatuto democrático del Estado actual catalán, por no suponer cosas peores en un hipotético estado soberano.

Yendo al terreno de la aplicación y gestión de programas políticos elegidos en sufragio universal otras consideraciones pueden ser de provecho para esclarecer la situación y llegar a entendernos. Según vengo leyendo en artículos de prensa del profesor Vicenç Navarro, con los datos en la mano el Estado catalán es una de las administraciones europeas que menos dinero público dedica a las políticas sociales básicas (educación, sanidad, etc.). No recuerdo los datos exactos, pero se pueden consultar: son peores que los del PP en toda España durante los 7 años que lleva gobernando. Por experiencia directa padezco esta estadística: si he estado “desaparecido” como Manu Chao ha sido entre otras cosas porque he estado preparando unas oposiciones a profesor de bachillerato que hace más de 15 años que no se convocan por aquí. 15 años en los cuales se ha aprobado una división comarcal ideada en los años 30 del siglo pasado, en los cuales se desmontó la Corporación Metropolitana de Barcelona, limitando las posibilidades de aprovechar el éxito de las Olimpíadas de 1992 (por ejemplo, en Vilanova han pasado más de 10 años y aún pasará alguno más antes de tener un frente marítimo decente y preparado). 15 años, como mínimo, en los cuales se ha instalado un régimen más gubernamental que democrático (pues, ¿cómo si no se explica que para cambiar de gobierno tengamos que cambiar de Estatuto?), en los cuales se ha elevado a paradigma “nacional” una cultura de piedra picada, doctrinaria e irresponsable (marujera, la ha calificado Boadella). Durante este tiempo hablar y escribir en castellano en según qué lugares y circunstancias se ha convertido nada menos que en una provocación. Etcétera. Mucho se ha dicho sobre el modelo socialdemócrata sueco de este maravilloso país. Pero en realidad nada de nada: lo que se ha aplicado ha sido una política ortodoxamente economicista a lo Thatcher (de cultura y educación, mejor no hablar) y aquí paz y después gloria.

Estas cosas son de mal tono decirlas porque eso sería ofender a la patria. Una patria más cercana que otras, puede ser, pero tan cercana como para permitirle al señor seguir siendo el señor de su siervo. El síndrome de la proximidad, lo llamaba Pla. No sé si mis amables polemistas habrán oído hablar de la Biga y de la Busca. Pues la sagrada historia de este país (la reconquista, los segadores, 1714, etc.) siguen contándola los de la Biga, quienes tras mandar durante 200 años y derrotar a los de la Busca intentaron reponer la dinastía original para seguir mandando otro milenio más. En fin, exagero, pero supongo que eso explica entre otras cosas que insistan en hablar de “gurús del españolismo” y cosas parecidas como la del DNI o la selección nacional. Así siguen explicando en las escuelas a pensadores como Quevedo, Ortega, Unamuno o D´Ors: como enemigos de la patria. Así se explicará en ese futuro maravilloso a Savater, supongo, actual gurú del españolismo. Es algo que se veía venir, al menos por los que estamos desaparecidos: Savater fue insultado y zarandeado por honestos patriotas catalanes el mes de enero pasado en la Universidad de Barcelona y aquí todos contentos. Basta añadir que por las mismas razones en el País Vasco no sólo le insultan y lo zarandean sino que quieren matarlo. Matar, eso quieren, y ahora no exagero.

Ximo Brotons

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