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procopio: café filosófico

¿Spinoza vs. Locke?

En la lista de correo-debate de la revista francesa "Multitudes" me enteré de una nueva lista de correo-debate, estadounidense, "lbo-talk", y allí se originó un intercambio de breves correos encabezados por la rúbrica: "Spinoza vs. Locke". El debate se originó porque uno de los participantes contraponía la "libertad de pensamiento" de Spinoza a la "libertad religiosa" de Locke, es decir, la radical libertad de pensamiento, lenguaje y expresión spinozista a la más moderada tolerancia lockeana hacia la práctica religiosa, entendida pues como libertad de conciencia.

Mi intervención consistió en sugerir que ambas libertades podían complementarse perfectamente. Para un yanqui, acostumbrado a la tolerancia religiosa, la libertad de pensamiento spinozista sigue siendo una idea sugestivísima: de hecho, se pedía que se enseñase a Spinoza en los institutos de secundaria. Y esto hago yo, aquí en España, pero desde luego -es lo que contesté- para nosotros los españoles la libertad religiosa sigue siendo una gran conquista, porque hasta finales del XIX o incluso hasta la CE78, no llegó a estar reconocida y garantizada. Por eso me sonaba demasiado forzado oponer Locke a Spinoza. Con lo cual tampoco estaba conformándome con Locke, sino solo matizando su complementaria viabilidad con las tesis de Spinoza (quien por otra parte, asumía que la religión tenía un papel social de primer orden, y en concreto la religión católica en su formulación de San Juan: "Dios es amor").

De hecho, y así lo sugerí en el debate, una fructífera y posible contraposición sería más bien entre Locke y Kant. Una contraposición que tendría hoy un cierto paralelismo con la "querella familiar", de tipo geocultural, entre Rawls y Habermas, entre el "consenso entrecruzado" de Rawls, que seguiría la línea consuetudinaria de Locke, Tocqueville y tal vez Mill, y la "acción dialógica" de Habermas, que seguiría la tradición "ex novo" de Rousseau, Kant y tal vez Weber; entre EEUU y Europa. De esta manera dije en el debate que en Europa teníamos a "nuestro Locke", es decir, a Kant, cuyo laicismo ideológico, tan semejante a la libertad de conciencia limitada de Locke, era lo que se enseñaba mayormente en la educación secundaria y aun en la primaria.

La pregunta es entonces cómo sortear esta contraposición de tesis político-moralmente igualmente filo-religiosas. Cómo superar las aporías de unos EEUU de América belicistas a lo Locke y una Europa -Unión Europea- pacifista a lo Kant. Pues bien, la respuesta es precisamente Spinoza, que superaría ambas perspectivas en cuanto anclajes teológicos de la libertad en cualquiera de sus expresiones pero conservando -hegelianamente- tanto la secular libertad religiosa de cuño lockeano (¿aun en sus versiones fundamentalistas protestantes? Quizá en el culto, pero tal vez menos en lo cultural, en lo científico-educativo...) como el aún vigente, pese a la revolución cuántico-relativista, sistema científico del conocimiento de cuño kantiano (no así su moral europea todavía fundamentada en Dios).

Ahora bien, Spinoza, pero no solo Spinoza. Sino Spinoza ampliado, profundizado y actualizado por el pragmatismo americano, el único sistema filosófico contemporáneo digno de ese nombre, y mejor en cuanto vinculado a la filosofía materialista del lenguaje. Pues el pragmatismo es la única corriente filosófica contemporánea radicalmente atea (al menos en la versión de Dewey, quizá menos en la más lockeana versión de James) a lo Spinoza. Pero a la vez solo el pragmatismo sortea la ahistoricidad del sistema spinozista elaborando un anclaje no teológico de las dos grandes proyecciones filosóficas, la ciencia y la política. Lo mejor del pragmatismo es, conservando la tolerancia pública lockeana y el sistema científico kantiano, este anclaje, histórico-social, que profundiza y anuda mejor la perspectiva spinozista (no teológica) de la radical libertad de pensamiento con sus manifestaciones científicas y políticas.

Si además le añadimos algunas dosis de nietzscheanismo intempestivo para huir del doctrinarismo, mejor que mejor.

Alguna vez imaginé a Castoriadis superando la querella entre Rawls y Habermas en el mismo sentido.

17 comentarios

RAMONCITA RAMÍREZ MEZA -

GRACIAS PORQUE SUS COMENTARIOS ME PERMITEN DESARROLLAR MI CLASE PARA EXPLICAR EL RACIONALISMO DE SPINOZA Y A LOCKE CON SU EMPIRISMO SOY MAESTRA DE UNA ESCUELA NORMAL EN PUEBLA,MÈXICO OJALÀ ENCUENTRE MAS SUS PUBLICACIONES BUENAS NOCHES

procopio -

estimado Luis F.; el materialismo al que me refiero no es el dialéctico, ni el histórico, sino el materialismo tout court (me parece que tampoco el materialismo filosófico de G. Bueno, que me parece un idealismo hegeliano con mala conciencia). Yo me refiero al materialismo de Demócrito, Epicuro y Lucrecio retomado modernamente por Spinoza, el spinozismo francés del XVIII, Nietzsche, etc.

Me parece estupendo su decantación de sistemas filosóficos, etc., es un ejercicio sano y clarificador. En fin, que de eso se trata.

Sobre el carácter del empirismo y su relación con el materialismo y con el pragmatismo, me tomo unos días. Aunque justamente Hume es el clásico que me falta por leer directamente. Aun así, por lo que ya sé, avanzaría un par de cosas: el empirismo es una forma del racionalismo (idealismo moderado), y ambos alcanzan su destilación suprema en Kant, sin dejar de ser un idealismo moderado (y desde luego para nada despreciable). Pero no es un materialismo (la indeterminación es el agujero negro del empirismo, a pesar de la psicología humeana). También encuentra un problema el empirismo con la trascendencia, que en contra de lo que parece, el materialismo no niega: solo acierta a definir mucho mejor, como luego hace el pragmatismo -que en esto tiene parecidos con el "trascendentalismo" americano, ese movimiento poético de Emerson, Thoureau, etc.). No es que haya una trascendencia, sino que llamamos trascender al pensar (decir-hacer) lo real. Digamos que el empirismo no se atreve a confesarse que está "trascendiendo"... (Newton se quería una especie de notario, "hipótesis no finjo": pero qué remedio, sí fingía el muy cabrito...).

Saludos,

Librepensar -

Procopio: una apostilla imprescindible a mis anteriores comentarios, tanto al del japi berzdei tu yu, como al Spinoza vs. Locke.
Desde la Primera Enmienda USA hasta la última mía, me he permitido la licencia del anacronismo más como reflexión que como provocación. Anacronismo para proponer un análisis de los movimientos filosóficos –y de su interrelación- basado en el corte transversal de la historia de la filosofía, en vez del cronológico.
Creo que la distinta eclosión temporal de dichos movimientos en distintos países obedece, entre otros factores, a usos, costumbres e instituciones perdurables, lo que hace necesario destilar las esencias de cada uno de ellos, decantarlas por asociación y degustarlas actualmente en cóctel y no en copa suelta. Si se sabe mezclar bien, se sabe separar por sabores.
Le hago esta observación por si le sirve de aceite a algunos chirridos que suenan en mis comentarios.
En fin, sírvase lo que le sea útil. Hay barra libre.

librepensar -

Amigo Procopio: apabullante respuesta que merece varias entregas. Empezando por el final, ¿no cree idealista su filiación del pragmatismo respecto del materialismo, dado la más probable del materialismo respecto del idealismo, tan caro a los alemanes del XIX? El mecano Kant-Hegel-Feuerbach-Marx-Engels (y perdonará Vd. este mecanicismo materialista), ¿no prueba esa última filiación?
En cualquier caso, ese hijo mejorado del materialismo que podría ser el pragmatismo, es un hilo digno de mayor investigación. Su optimismo lo merece.
En cuanto a su primer mensaje, pleno de deberes de repaso, me pongo a ellos, chivándole un anticipo: la negación de toda trascendencia como base e hilo en la construcción de sistemas filosófico-políticos es un vínculo poderoso entre empirismo y pragmatismo. Me quedo, de momento y no como conclusión, que uno de los pocos aprecios vigentes del materialismo es su áspera pero necesaria herencia del sentido del orden en el pensar y exponer.

procopio -

respuesta a Luis F. (y II):

amigo Luis: por decirlo brevemente: considero al pragmatismo más bien hijo del materialismo, y me atrae mucho la idea de que el pragmatismo pudiera ser útil a cierta unión de Spinoza y Nietzsche.

Desde luego, el último gran pragmatista fue Dewey (y él solo casi se bastaba para unir a S. y a N. sin más). Pero Dewey ya no es nuestro mundo, posterior a la II guerra mundial. Rorty, sin dejar de ser un filósofo con interés, me temo que no ha estado a la altura, por sus poses posmodernas.

Con esto quiero decir que el pragmatismo tal vez ha puesto fin a su andadura. Desde luego enseñarlo en las escuelas es prioritario; pero en el terreno de la investigación quizá habría que empezar a buscar y crear otra cosa, mejorada y puesta al día.

procopio -

sobre el punto 1º no puedo más que congratularme, amigo Luis F.

sobre el punto 2º: no tengo al empirismo por un protopragmatismo, aunque cierto aire de familia es evidente. Pero las diferencias son muchas y evidentes: como curiosidad, apuntaré que en los inicios del pragmatismo están ciertas lecciones del idealismo alemán, sobre todo de cuño kantiano, pero tal vez también hegeliano. Por otro lado, el empirismo quedó debidamente criticado y sintetizado con el racionalismo con Kant. Esta síntesis con el racionalismo devuelve al empirismo a su lugar originario, el que ya tenía con Aristóteles como una rama de la filosofía científica, siendo la otra rama la racionalista.

El pragmatismo no es solo una teoría sobre la ciencia o el conocimiento, a la que se añade más o menos una teoría moral y otra económica. Es un sistema completo, una arquitectura de la razón humana, pero superando en esto a Kant en cuanto que -asumiendo su sistema científico, y por este lado, cayendo más del lado del empirismo, pero reformado- no funda su moral en el postulado de Dios, cosa que aún sucede en Kant.

De ahí que lo considere el gran sistema contemporáneo de pensamiento. Su unión de ciencia y política, recibiendo las lecciones de Kant, me parece que es superior a la de Kant, respecto de la moral-política, desde luego, pero quizá tal vez también respecto de la ciencia (en esto tengo dudas, pero el pragmatismo está por decirlo así a la altura de una física cuántica, o de un darwinismo, que Kant ya anuncia pero todavía no logra enunciar).

Espero sus comentarios.

Luis F. -

Respondo a su atrevimiento con otros no menores:
1º) La síntesis entre Spinoza y Locke, entre libertad de pensamiento y expresión spinozista y libertad religiosa lockiana, es la primera Enmienda de la Constitución americana, que supera el concepto de tolerancia religiosa en Locke transformándolo en libertad en sentido completo, con sus contenidos de práctica, establecimiento de iglesias y negación (individual, por supuesto) de confesiones, es decir, agnosticismo y ateísmo. La sucesiva jurisprudencia del tribunal constitucional americano lo confirma.
2º) Y ahora lo más estimulante de su artículo, estimado Procopio: “el pragmatismo americano, el único sistema filosófico contemporáneo digno de ese nombre” ¿Qué hay del auténtico, original y precursor pragmatismo filosófico británico? ¿Dónde quedan los Hume, Locke, Smith y sucesivos Ricardo y Malthus? Pero sin duda, habrá algún motivo en lo tajante de su afirmación. Quedo a la espera de que lo desvele.

procopio -

querido sr. verle: ¡yo tengo a Kant por un gran escritor! Pero sí, Bobbio en este punto sería habermasiano: digamos que le ofrecería la filosofía del derecho a la dialoguitis habermasiana.

Sr. Verle -

Amigo, para kantiano, Habermas.
Además de tan mal escritor (no pensador) como Kant, el caso de Habermas y su farragoso estilo es idiosincrásico.
Nada que ver como escritor en alemán con Heidegger, que es excelente, como muy buen escritor es también Sloterdijk que, a diferencia de Heidegger, además se le entiende.

procopio -

muchas gracias a todos por "comentar". es difícil, se ve, en un blog de "filosofía". lo de Bobbio, diga lo que diga la NLR, no lo veo muy claro. no conozco muy bien su obra: algo suelto sobre "ciencia jurídica" y filosofía del derecho, y su "Izquierda y derecha". Por esta obra, no diría que Bobbio pudiera superar-conservar el binomio Rawls-Habermas. Más bien lo veo kantiano (y poskantiano) a tiempo completo.

en la B.: no sé qué quiere decir P.

Sr. Verle -

M. Procope, no se fie de lo que dice Maese Protactínio, sepa que no es de los científicos que saben todo de nada, igual que Ud. que no es de los filósofos que saben nada de todo. Un saludo

Protactínio -

Querido procopio: adjunto link para su café en mi bareto.

(Siempre ha habido clases.)

((Y los de ciencias estamos en la B.))

Melò Cucurbitaciet -

Ampliamente superado por las cuestiones que refiere. No obstante, hace que me pique la curiosidad

Sr. Verle -

Alguien pensó en Bobbio para contrarrestar la querella entre Rawls y Habermas, debe estar en la New Left Review, perdone la improvisación. Su propuesta de Castoriadis superador en el mismo sentido, me parece mucho más sugerente.

juanjo jambrina -

Propocopio no se enfade conmigo. Estoy absorto en mi blog, lo sé, pero no abandono los de los otros colegas.

procopio -

finalmente se solucionó: está todo. es todo.

procopio -

misterios de internet han eliminado la segunda mitad de este post. así que tendré que volverlo a escribir. en otro post. sirva este de aperitivo.